Eres lo suficientemente valiente como para invitarla a salir. No eres lo suficientemente valiente como para pedirle que salga cara a cara.
Algunas personas te llamarán cobarde. Algunas personas te felicitarán por intentarlo.
Si ya le gustas, saltará a tu texto. Ella “entenderá” tu nerviosismo. Si no le gustas, puede que te considere cobarde para justificar su decisión.
Hay docenas de maneras de ver las cosas.
Solo hay una forma de descubrirlo: hacerlo.
¿Qué te importa más? ¿Qué piensa la gente de ti, qué piensas de ti, qué piensa de ti … o si acepta tu invitación?
Supongo que es la última parte.
Pronto descubrirás si tu invitación de texto funcionó. Tal vez no sea así. No será el fin del mundo, ni el fin del camino.
Puedes dar otro paso adelante, acercarte directamente a ella, admitir que querías preguntarle cara a cara solo para estar seguro y no dejar de adivinar.
No porque eso ‘funcione’, sino porque esa es la verdad.
Si la verdad no es lo suficientemente buena, entonces no vale la pena crear una mentira.