¿Qué pasa por la cabeza de una niña cuando su amoroso novio le pide que participe en un acto sexual asqueroso?

Para empezar, no existe tal cosa como “un acto sexual asqueroso”. La repugnancia es puramente subjetiva y una cuestión de opinión. El “repugnante” de una persona es el “encendido súper caliente” de otra persona. He conocido a personas que piensan que el sexo oral es asqueroso, y personas que piensan que el juego con agujas es bueno.

Entonces, la pregunta es realmente, “¿qué pasa por la cabeza de alguien cuando se les pide que participen en algo que no les parezca atractivo?” Y eso es una cuestión de quién es esa persona.

He tenido amantes que me piden que haga cosas que no me atraen. Por lo general, mi reacción es pensar “¡wow, esto es increíble! Mi amante confía en mí y tiene fe en nuestra relación. Se siente segura al hablarme con honestidad sobre cosas que sabe que no me gustarán”. Eso es asombroso, y es algo que busco animar en mis relaciones. Quiero relaciones donde podamos hablar entre nosotros sobre TODO, no relaciones donde solo podamos hablar sobre cosas que ambos sabemos que ya nos gustan porque estamos demasiado asustados para mencionar cosas que a la otra persona no le gustaría.

Algunas personas responden pensando “oh, no, ¿qué me pasa? Si mi amante pide algo que no me gusta, ¡soy un fracaso! ¡No puedo complacer a mi amante! ¡Nunca seremos felices juntos!”

Algunas personas responden pensando “oh, no, ¿qué hay de malo en mi pareja? ¡Mi pareja es un pervertido asqueroso! ¿Cómo puede mi amante preguntarme por algo tan repulsivo? ¡Algo está mal con ellos!”

Ambas respuestas son, en mi opinión, poco saludables. Cometen el error de pensar que los pensamientos y fantasías sexuales de otra persona son un reflejo de ti. No son Las fantasías sexuales de mi pareja no son un reflejo de mí o de nuestra relación, independientemente de si son algo que me gusta o no.

Creo que las mejores y más sanas relaciones son las relaciones en las que ambas personas hacen que sea seguro que la otra persona hable sobre cualquier cosa. Nada en absoluto.

Si a ella se le puede pagar de alguna manera, y segundo, si lo hace, puede usarla contra él más adelante.